DESPUÉS DE 54 AÑOS, ¡ADIÓS A LA TÉCNICA 17!

Por: Elisa Mendoza Marcial. 

Durante 54 años, la Escuela Secundaria Técnica #17 "Artes Decorativas", ocupó el predio ubicado en Avenida Miguel Hidalgo s/n, en Coyoacán, Ciudad de México.

Tras el inesperado sismo del 19 de septiembre de 2017, resultó seriamente dañada; fue catalogada como inmueble con daño estructural, por lo que se le incluyó en la lista de las escuelas que serían demolidas.

El día del temblor, la desesperación se apoderó de alumnos y profesores; no supieron actuar de manera coordinada para enfrentar una situación tan alarmante. Algunos padres de familia comentan que, al acudir por sus hijos a las instalaciones ahora inexistentes, privaba el desorden por parte de los docentes, directivos y alumnos. Algunos jóvenes aseguraron que al momento del sismo se encontraban solos, ningún profesor los acompañaba.

De inmediato, la comunidad escolar pudo apreciar a simple vista, que la escuela había sufrido severos daños estructurales. La revisión de las instalaciones por parte de especialistas autorizados, no hizo sino confirmar lo que muchos temían: el edificio fue dictaminado con código rojo, había riesgo de colapso.

                  Imágenes tomadas de la página oficial de Facebook de la Escuela Secundaria                       Técnica #17.

Y ahora, ¿cómo nos comunicamos?

El lunes 2 de octubre de 2017, los padres de familia toman la iniciativa y deciden crear grupos de WhatsApp para tener contacto entre ellos, informarse sobre las diversas situaciones que acontecían en la escuela. Uno de esos grupos incluía a todos los padres de familia de toda la escuela; posteriormente, deciden crear un grupo por cada salón de clases. No obstante, los intentos por mantenerse comunicados tuvieron el efecto contrario; ante la falta de información clara, cada uno comentaba lo que escuchaba de parte de otros padres.

¿Y mis cosas?

El lunes 9 de octubre de 2017, se convocó a la Asociación de Padres de Familia (APF), a una reunión junto con los directivos, con el fin de acordar si los alumnos o los padres de familia, podían ingresar a las aulas para recuperar las pertenecías de los pupilos. También se hicieron propuestas para que los alumnos no perdieran clases, y para conocer las opciones de reubicación en diversas escuelas secundarias, sin importar el tipo, es decir, técnicas, diurnas; etc. La molestia de algunos padres de familia fue notoria, ya que no se convocó a todos los afectados; de cierta manera, percibieron que no estaban siendo considerados en dichas reuniones.

Los (as) vocales de grupo comenzaron a comunicarse a través de WhatsApp con las madres y los padres de los alumnos. Por este medio, algunos comentaban que tenían que hacer una manifestación para exigir respuestas y soluciones, otros argumentaban que había que esperar a ver qué les decían las autoridades de la SEP y el jefe delegacional. Ante el caos, reinó la confusión, la comunicación era fatal.

A través de los grupos de Whatsapp, se fueron evidenciando efectos inesperados. Muchos alumnos se dieron de baja; algunos padres de familia comentan que antes del sismo, el número de alumnos por grupo era en promedio de entre 40 a 50; tres semanas después del sismo, se redujo a 25. Algo sorprendente y preocupante para la escuela, una de las más demandadas.

La demolición del plantel comenzó el 19 de octubre; muchos de los 980 alumnos, no pudieron siquiera sacar sus mochilas (Remodelada hace dos años, ayer se inició el derribo de la EST 17 en Coyoacán)

                 Fotos tomadas por: Anónimo.

¿De quién es la responsabilidad?

El lunes 23 de octubre, el Jefe Delegacional de Coyoacán, José Valentín Maldonado Salgado, se reunió con algunos padres de familia y directivos de la Escuela Secundaria Técnica #17, para hablar del lugar en el que serían reubicados los alumnos. Les propuso instalar aulas provisionales en el predio ubicado en G. Pérez Valenzuela 159, Santa Catarina, muy cerca del centro de Coyoacán, atrás del Parque Nacional de Viveros Coyoacán.

Días antes, les había ofrecido reubicar a los alumnos en eldeportivo José Gorostiza, sin embargo, usuarios y vecinos inconformes solicitaron dar marcha atrás, inclusive tramitaron un amparo contra esta posible acción ( https://www.etcetera.com.mx/nacional/tramitan-amparo-vecinos-que-se-oponen-aulas-provisionales-en-viveros-de-coyoacan/ ).

Finalmente, la Delegación Coyoacán se vio obligada a descartar esta opción y buscar otras alternativas.

El Jefe Delegacional se comprometió en la reunión del día 23, a que las aulas se encontrarían cercanas a la escuela anterior, serían los mismos profesores quienes impartirían clases, se respetarían los horarios y se entregarían útiles escolares a los alumnos que no pudieron recoger sus mochilas.

                     Fuente: página de Facebook de la Delegación Coyoacán. 

Algunos padres aseguran que en dicha reunión, se consideró la opinión de todos los que se encontraban presentes; también que la directora optó por delegarles la responsabilidad total de la conducción y desarrollo de la reunión, su intervención se limitó a comentar algunos asuntos.

             Reubicación de la escuela a 2.9 km de distancia del plantel ahora demolido.

¿Daños de nuevo?

El lunes 13 de Noviembre, casi dos meses después del sismo, los alumnos ingresaron a las instalaciones provisionales con diversos horarios de clases. Los rumores no se hicieron esperar; movidos por el temor, algunos padres aseguraron que las bardas aledañas se encontraban dañadas. Esto provocó alarma en algunos, mientras otros comentaron que no había nada fuera de lo normal, que los alumnos no corrian ningún riesgo. De nuevo se hicieron presentes las dificultades de comunicación entre los afectados, generando conflictos innecesarios por no saber de qué manera actuar o de qué forma facilitar un regreso a clases en condiciones de por sí inciertas e irregulares.

¿Cuál será el desenlace de esta historia?

Al día de hoy, los alumnos que continúan inscritos en la secundaria técnica 17, estudian en aulas provisionales. Si la reubicación se gestionó en medio de la desinformación, ya podemos imaginar la incertidumbre que priva respecto a lo que sigue. ¿Por cuánto tiempo permanecerán así?, ¿la escuela se volverá a construir en el mismo terreno que ocupaba?, ¿qué están haciendo las autoridades para restablecer las condiciones en las que se encontraban los alumnos, antes del sismo? Por ahora, no se sabe...