Los que no recibieron la #FuerzaMéxico
Por: Azucena Monserrath Romero Tapia El #FuerzaMéxico, surgió espontáneamente en redes sociales y rápidamente se convirtió en el lema de un país que no se rindió ante la devastación. Fue también el lema de los jóvenes que tomaron la Ciudad de México, con el que acompañaron y difundieron toda clase de información en redes sociales, realizaron colectas y donaciones, organizaron centros de acopio, cargaron cajas, llenaron camiones con víveres.
Pero como suele ocurrir con todas aquellas señas de identidad popular, el lema rápidamente fue sustraído y utilizado por las autoridades en discursos y propaganda oficial. En manos oficiales, el #FuerzaMéxico perdió su sentido original de ayuda desinteresada y solidaridad genuina.
En el caso de las escuelas, no todas han recibido la ayuda gubernamental necesaria; muchas aún esperan respuestas. Esta es la historia de una de ellas, donde paradójicamente acuden jóvenes como los que se volcaron a ayudar después del 19 de septiembre de 2017. Se basa en una recopilación de acontecimientos que afectaron al Colegio de Bachilleres número 12 ubicado en Av. Lázaro Cárdenas S/N esquina Circuito Universitario. Colonia Benito Juárez 57000 Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.
Los hechos.
El martes 19 de septiembre, en el Colegio de Bachilleres 12, se llevaba a cabo la inauguración de bebederos, cuando un sismo de 7.1 grados sorprendió a todos los ahí presentes. Cuenta una alumna del plantel, que afortunadamente todos estaban en el evento; los maestros actuaron rápidamente para proteger y calmar a los alumnos. Después del tremendo suceso, se cancelaron las clases hasta nuevo aviso.
A partir de ese momento, el principal medio de comunicación para la comunidad estudiantil, profesores y personal administrativo, fue a través de la red social Facebook "Oficial Colegio de Bachilleres Plantel 12 Nezahualcóyotl". La comunidad siguió las indicaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), respecto a que reanudarían clases únicamente aquéllas escuelas que no presentaran daños severos, para evitar poner en riesgo la seguridad de los alumnos.
Dos días después del sismo, los encargados de reunirse con la comunidad para establecer las estrategias de acción fueron los responsables de las secretarías Académica, Administrativa y de Servicios Institucionales de la Dirección General del Colegio de Bachilleres. Estas instancias serían las encargadas de comunicarse con las autoridades del plantel, y con ello solucionar la problemática posterior al sismo.
Entre el 23 y 24 de septiembre, según un informe de la Dirección General del Colegio de Bachilleres, se realizó la inspección a diversos planteles del Colegio de Bachilleres, sin embargo, varios no recibieron el dictamen correspondiente del Director Responsable de Obra (DRO), entre ellos el número 12.
Fue hasta el 12 de octubre que la comunidad recibió la fatal noticia: la mayor parte de las instalaciones habían sufrido severas afectaciones, el plantel tendría que ser reconstruido casi en su totalidad. La reubicación era inminente, había que buscar alternativas para que los más de 6 mil estudiantes pudieran continuar sus estudios sin perder el semestre.
Esa misma semana se avisó a la comunidad estudiantil que la reubicación sería en el Deportivo Cd. Jardín Bicentenario S/N entre Av. Adolfo López Mateos y Avenida Nezahualcóyotl, 2da sección, y que la fecha programada para el reinicio de actividades era el día 26 de octubre; también que se instalarían aulas provisionales. Se convocó a los alumnos y padres de familia a una reunión para aclarar dudas de acerca de cómo seguirían las actividades en esas instalaciones temporales. Los puntos que se acordaron fueron los siguientes:
- Los profesores son quienes estarán trabajando en la planeación de los cursos.
- Se respetan las vacaciones de diciembre
- Se hace una nueva calendarización de actividades.
- Se informa de los horarios para ambos turnos.
- Se anexa un croquis del lugar donde se instalarían las aulas provisionales.
Nuevamente se convoca a una reunión el 18 de octubre, y se ratifica que, después de estudiar varias opciones, se consideró que el Deportivo era la más "adecuada"; se descartaba el Estadio Neza 86 porque también había sufrido daños graves y se sería sometido a reparación.
Finamente, el 26 de octubre se inician las clases en las aulas provisionales instaladas en el deportivo. A los estudiantes se les entregó un tríptico que contenía la información siguiente:
- Se contará con 19 aulas.
- Las clases se tomarán de 2 a 3 días por semana.
- En el turno matutino serían de 1 hora, en un horario de 7:00 a 13:00
- En el vespertino, serían de 50 minutos, en un horario de 15:00 a 20:00
- Las horas restantes se cubrirán en línea.
- Se utilizarán materiales de apoyo (guías y problemarios).
- Se sintetizan los contenidos.
- Se continúa con la prueba Planea
- Se acuerda la evaluación considerando actividades, tareas y asistencias al 100%
- Las evaluaciones parciales serán del 21 al 24 de noviembre.
Después de seis semanas, los estudiantes retornan a clases en condiciones completamente distintas a las que tenían. Los tiempos efectivos de clase se reducen, las actividades presenciales también, mientras que se mantienen las autodirigidas utilizando medios electrónicos, sin la seguridad de que todos tienen acceso a ellos.
La segunda semana de noviembre, autoridades del plantel organizaron una reunión con el presidente municipal de Ciudad Neza para agradecer el espacio brindado a los alumnos del Colegio de Bachilleres 12, además de anunciar la demolición de las instalaciones originales. Fue un acto de lucimiento político, sobre los recursos y plazos para la reconstrucción, nada se dijo.
Afectaciones invisibilizadas
Un fenómeno de la magnitud del 19S, inevitablemente afecta a las personas durante y después del suceso. Estas afectaciones no se reducen a la pérdida de una escuela, a fin de cuentas, lugar de encuentro y convivencia entre los jóvenes. La reubicación fue una opción a la que se vieron forzados un número desconocido de estudiantes de diversas escuelas en varios estados. Sin duda, esta situación acarrea otro tipo de consecuencias, mismas que generalmente no se reconocen ni se les presta la atención debida.
Sobre este tema, ¿qué fue lo que pasó en el caso de los estudiantes del CB12?
Una alumna comenta que afortunadamente, como todos estaban en la inauguración de los bebederos, no hubo heridos durante el sismo. Después, cuando todos fueron evacuados y se suspendieron clases hasta nuevo aviso, la comunicación se estableció por medio de la página Colegio de bachilleres plantel 12. Cuando en ese sitio no se circulaba información sobre los sucesos, los propios compañeros se preguntaban entre ellos, si había novedades; fue un momento de incertidumbre.
Cada semana les decían que al lunes siguiente iniciarían clases, pero lo cierto es que eso no ocurría. La mayoría de los profesores no se prestaron para orientar a los alumnos al respecto, solo una profesora tomó la iniciativa de pedirles trabajos en medio de la incertidumbre; otros les indicaron que completaran bloques del libro sin una previa explicación.
Sobre la reubicación en el deportivo de Nezahualcóyotl en el Bordo de Xochiaca, la alumna comenta que su experiencia ha sido pésima, debido a que le es complicado trasladarse hasta el lugar, tanto por el gasto que realiza como por las responsabilidades en casa que deja a un lado, porque ahora requiere destinar más tiempo para el traslado.
Y bueno, me rinde menos el dinero y el tiempo. Madrugo más, aunque entre a las 7 u 8, llego como 8:30 porque el transporte que tomo ahora, hace más tiempo. Tomo 3 transportes de ida y tres de regreso, gasto aproximadamente 50 pesos que antes no gastaba, más los trabajos extras que piden los profesores. La forma en que nos evalúan es muy complicada y muy injusta ya que los libros solo se malgastan en contestar, sin obtener una explicación del tema.
En el siguiente mapa se muestra la distancia del colegio de Bachilleres 12 al deportivo. Aunque parezca una ruta que se recorre en pocos minutos (el mapa muestra 13 minutos en auto), el tránsito es intenso y el transporte público insuficiente.
Para los estudiantes, la reubicación les ha acarreado afectaciones económicas inmediatas. Por ejemplo, el precio del pasaje es variado según las distintas rutas y tipos de vehículos que prestan el servicio de transporte público; entre las combis, camiones o microbuses las tarifas varían de ocho a diez pesos. Otro detalle importante, es que algunos jóvenes que trabajan o son padres de familia, han tenido que destinar parte de sus escasos ingresos, en algo que no tenían previsto.
En cuanto a la inseguridad, al tener que salir más temprano, encuentran que la avenida por donde abordan el transporte es muy transitada, sobre todo por las mañanas, además de que aún está obscuro en época invernal.
Al momento de escribir esta historia, los alumnos llevaban tres semanas tomando clases en el deportivo, sin que hubiese información clara sobre la fecha para el retorno a sus instalaciones. Primero les dijeron que regresarían aproximadamente en 2 semanas, contados a partir del día de la reubicación. Sin embargo, es claro que no están ni cerca de regresar, como se planteó en un inicio; nadie hasta el momento, les ha dicho nada diferente al respecto.
A todo esto, se suman otras consecuencias post sismo no documentadas, como es el abandono escolar, la deserción y reprobación, problemas de por sí preocupantes en el nivel medio superior. Pero las autoridades educativas parecen no querer saber y mucho menos reconocer lo que sucede.